Las medidas alternativas a la LISMI

Las medidas alternativas a la LISMI

Lismi o Ley de Integración Social del Minusválido es de obligado cumplimiento para empresas de más de 50 trabajadores, lo que implica que estas entidades públicas o privadas deben contar en su plantilla con al menos un 2% de trabajadores con discapacidad. Con esta iniciativa se busca cumplir así con el artículo 49 de la Constitución.

No obstante, y no por falta de voluntad de las medianas y grandes empresas, la integración de personas con discapacidad en el mundo laboral no se ha producido como se esperaba o como establece la ley. De modo que la administración, para subsanar esta situación, en el año 2000, redactó el decreto 27/2000 como complemento legal a la LISMI. Esta modificación excepcional de la Ley es lo que se conoce como Medidas alternativas y ha facilitado a muchas personas con algún tipo de discapacidad acceder al mundo laboral.

Estas medidas alternativas, de forma concreta y también de obligado cumplimiento, establecen que toda empresa pública o privada con la obligación de cumplir con la LISMI, podrá sustituir la contratación directa de trabajadores con alguna minusvalía por el contrato de los servicios o adquisición productos a personas discapacitadas establecidas como empresarios autónomos o a un Centro Especial de Empleo, las empresas dentro de la llamada Economía Social. Esta medida alternativa tiene dos ventajas para la mediana o gran empresa ordinaria: la primera es la de ahorrar costes en seguros sociales. Y la segunda, aumentar la productividad al poder invertir de forma puntual en la adquisición de servicios o bienes sólo cuando se necesiten.

Además, el Real Decreto 27/2000 también permite a empresas ordinarias crear Centros Especiales de Trabajo (CET) en sus propias instalaciones. Esto es: establecer un convenio especial de colaboración o contratación por obra y servicio con los Centros Especiales de Empleo para que trabajadores con discapacidad trabajen de forma temporal en la propia empresa ordinaria.

Como se puede comprobar, la integración en el mundo laboral de personas con discapacidad admite cambios y mejoras en la ley actual LISMI para adaptarse a las nuevas realidades. En este proceso hay que resaltar el trabajo que desarrollan los Centros Especiales de Empleo, los cuales son los responsables de asesorar y formar a personas discapacidad y mediar entre ellos y las empresas para su integración laboral en uno de los formatos descritos anteriormente.