01 Jun La integración laboral de personas con discapacidad se debe realizar de una forma profesional y solida.
La integración laboral de personas con discapacidad se debe realizar de una forma profesional y solida.
Pese a que se ha avanzado mucho en materia de integración laboral de las personas discapacitadas, existe todavía un amplio margen de mejora que pasa por alcanzar una mayor profesionalidad y solidez en los modelos de inserción, lo que, sin duda, se traducirá en mejores resultados a la hora de obtener empleo por parte de quienes componen este colectivo.
Se requiere en primer lugar una importante formación profesional para este tipo de personas, con contenidos que se adapten a una demanda que cada vez exige mayor cualificación. En este aspecto, los procesos de inserción deberían enfocarse especialmente en el fomento de habilidades sociales, tales como la colaboración y comunicación en el entorno laboral, así como en actividades de organización y planificación de las diferentes tareas con autonomía.
Un elemento clave para el éxito de los procesos de integración es el que proporciona el agente de inserción laboral, cuya función es facilitar la incorporación a la empresa de estos trabajadores. La labor de seguimiento que llevan a cabo este tipo de profesionales resulta fundamental y varía en última instancia en función de las características de cada trabajador, su entorno laboral y el propio puesto de trabajo.
Finalmente, también ha de prestarse especial atención a los propios recursos personales de cada trabajador, entre los que se encontrarían sus propias habilidades (iniciativa, autoestima, habilidad comunicativa, etcétera), el cuidado de su propia imagen personal (higiene, forma de vestir, etcétera), y su predisposición a desempeñar las diferentes tareas.
En suma, todos estos factores marcan el camino a seguir para eliminar las barreras que todavía dificultan a día de hoy la integración laboral de las personas discapacitadas.